Así, la cantante de los Black Eyed Peas puede presumir junto a su marido de esta pedazo de mansión situada en Los Ángeles y que les costó en su día la friolera de 3,7 millones de euros. A la casa, además se la conoce como la casa “antidiscusiones” ya que es tan grande que cuando Fergie y Josh tengan riñas de pareja no será necesario el que se vayan a sitios distintos ya que en la misma casa pueden evadirse el uno del otro sin problemas.



La casa en cuestión tiene dos de casi todo, dos baños, dos cocinas, dos garajes, dos salones, más habitaciones de invitados y piscina incluída por lo que es una casa que cuenta de todo, es muy completa y elegante y una de las más envidiadas de Santa Monica, lugar exacto donde se sitúa.