Shakira la adquirió en 2003 por tres millones de euros en la paradisíaca en la costa norte de la bahía de Miami donde viven otras estrellas como Ricky Martin o los hermanos Gibb del grupo Bee Gees.
La mansión cuenta con tres dormitorios y cuatro baños una piscina y un embarcadero privado, es el espacio ideal para Shakira y Antonio del la Rua. Rodeada de arboles y palmeras para alejar las miradas de los curiosos.
Además, la residencia de la cantante ofrece extremas medidas de seguridad, ya que, según informes recibidos por su equipo de seguridad, ha recibido diversas amenazas de muerte.
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